“Aulaga”

“Aulaga”

Ulex parviflorus: Es un arbusto de hasta 2 metros de altura, con hojas reemplazadas completamente por espinas.

Las espinas de la aulaga morisca son densísimas, de unos 2 cm de longitud, a menudo algo arqueadas y una parte de ellas ramificadas en diversas puntas. Cubren la planta por entero hasta la base del tronco, donde los ejemplares de más edad cambian el color verde claro general por un marrón grisáceo, seco.

La coraza de espinas convierte la aulaga morisca en un arbusto inexpugnable, inalcanzable. Las hojas son pequeñas y simples, caedizas, de manera que tallos y espinas son los encargados principales de la fotosíntesis. Florece en invierno y suele ser la primera floración que encontramos en nuestros montes contrastando el verde con el amarillo.

Sus flores son de color amarillo brillante y su fruto es una pequeña legumbre cubierta de pelos. Las flores son polinizadas por insectos y las semillas son diseminadas por hormigas. Se reproduce mediante semillas y carece de capacidad de propagación vegetativa.

En la Península Ibérica se distribuye por toda su franja mediterránea, desde Cádiz hasta Tarragona.

Habita preferentemente en suelos calcáreos, desde el nivel del mar hasta por encima de los 1000 metros. Puede llegar a formar grandes masas monoespecíficas, sobre todo tras incendios recurrentes.

Tras estas perturbaciones, las semillas de esta especie acumuladas en el suelo, germinan simultáneamente y forman densos matorrales.

Gracias a sus bacterias simbiontes que le dan la capacidad de fijar nitrógeno de la atmósfera, se usa para la restauración de terrenos degradados. Por su rusticidad también se usa en la lucha contra la erosión en lugares con alta pendiente y expuestos al sol.

Infusiones obtenidas de sus semillas y flores se utilizan para combatir congestiones respiratorias, migrañas, dolores musculares, trastornos hepáticos e intoxicaciones.