Phlomis Purpurea: El matagallo es un planta arbustiva, perenne, que raramente llega a los dos metros de altura. Sus tallos y ramas son densamente tomentosos lanosos y como en todas las labiadas de sección cuadrada.
Las hojas presentan un aspecto rugoso y están cubiertas de pelos. Son opuestas, pecioladas, con forma de triángulo alargado ó cuña, gruesas, de color verde por el haz y blanquecinas y con gran cantidad de pelos estrellados por el envés. Los nervios son gruesos y prominentes en el envés.
Las flores están dispuestas en verticilos (grupos) en la base de los peciolos de las hojas superiores. El cáliz tiene cinco dientes y un tubo recorrido por 10 nervios. La corola es rosada con dos labios; el superior está encorvado en forma de casco y bajo él se alojan los estambres y el estilo; y el labio inferior está dividido en tres lóbulos. Florece en primavera y verano, a partir de marzo. Su fruto es seco, está dividido en cuatro partes globosas y oscuras.
Está extendida en la mitad sur de la Península Ibérica, principalmente en Andalucía, en el sur de Portugal y en el norte de África. Crece en matorrales juntamente con el erguen y el palmito. También forma parte del sotobosque del alcornocal situado en contacto con el acebuchal. Prefiere sustratos calcáreos. Es un buen bioindicador de los pisos termo y mesomediterráneo.
Su nombre phlomis deriva del griego phlox que significa “llama”. Los griegos usaban sus hojas enrolladas para hacer las mechas de los candiles de aceite.
Sus hojas pilosas también se han usado como estropajo para lavarse y como sustituto del tabaco. Sus flores ricas en sustancias dulces se chupaban como golosina.
Entre las propiedades curativas que se le atribuyen están las de ser antihemorroidal, astringente y diurética. Se ha utilizado para fabricar un jarabe contra el resfriado y la tos.
Se usa como combustible casero ó para hornos y en terrenos forestales sirve como pasto.
Como planta ornamental se está implantando en jardines dada su gran resistencia a la sequía y su bella floración.
